viernes, 15 de febrero de 2008

No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.

Hoy hablemos de sentimientos, hablemos de sensaciones, hablemos de emociones. Hoy hablaré de sufrimiento.

“el ser humano sufre” factum universal. Algo supra cultural, supra histórico, todo ser humano por el hecho de pertenecer al homo sapiens sapiens sufre.

Es verdad que el ser humano sufre, sin embargo si no tenemos ese sufrimiento necesario ¿Qué hacemos? pues lo inventamos. De eso es precisamente de lo que quería escribir algunas líneas, somos seres que necesitamos sufrir, de hecho tenemos una necesidad tan grande de sufrir que si por un casual, poco probable, no tuviésemos esa oportunidad la inventariamos.

En la actualidad el máximo exponente de esta idea son los conocidos y odiados (por mi parte) EMO. Tribu urbana misántropa que odia todo lo que le rodea y cuya única “salvación” es la muerte. Sin embargo hoy hablando con un gran amigo hemos llegado a la conclusión de que si a la mitad de esos EMO que odian la vida le encañonases con un arma dándole a elegir entre vida y muerte, en gran medida, se aferrarían a sus míseras existencias de manera sobrehumana.

La sociedad en la que vivimos tenemos la vida cuasi-resuelta, los niños vienen a la vida con la herencia de una empresa, con una casa comprada o con una playstation bajo el brazo. Esto no es criticable, ni mucho menos. Lo que realmente me jode es que todo este circo lleno de parafernalias nos impide sufrir y entonces ¿qué hacemos?... pues nos inventamos un sufrimiento.

En esta España en vías de desarrollo cada vez son más frecuentes las bajas por depresión, ¿por qué?... pues porque tenemos todo. Tenemos tantas cosas que nuestra vida es perfecta, no hace falta que nos encontremos a nosotros mismos, no hace falta que luchemos porque ya tenemos todo para que nuestras vidas sean perfectas. Sin embargo eso no es del todo real, el hombre necesita pensar, el hombre necesita luchar, necesita crearse a sí mismo, necesita andar este valle por sí mismo y cogido de su propia mano. ¿Y como lo hace? Pues luchando contra todo, luchando contra el mundo, creándose, superándose poco a poco en cada problema que se le plantea. Y si no se le plantea…. Pues lo inventa.

Ahí está el error, no deberíamos inventar problemas, podemos hacernos a nosotros mismos sin crearnos problemas que luego no podemos controlar. Creamos unas bolas de mierda tan grandes que cuando empiezan a rodar son imposibles de parar sin llenarte por completo y terminar de mierda hasta el cuello.

Toda la gente cuya edad bascule en la adolescencia podrá sentirse identificado con todo esto que estoy diciendo, “rayadas” inundan nuestras vidas, ahogan cada día de nuestra vivencia. Porque realmente somos tan felices que nos jode. Estamos hartos de escuchar como nuestros padres luchaban por lo que creían y nos jode tanto no poder hacerlo que creamos quimeras tan grandes que luego no podemos controlar.

-¡Coño!- solo pido un poco de consideración con uno mismo, mirad vuestras vidas, o lo impero. Repasarlas y daros cuenta de lo felices que sois.

2 comentarios:

Uno más dijo...

Sobre el sufrimiento, decir que es un concepto necesario para que se dé la libertad, un hombre es libre cuando consigue superar sus propios problemas, aunque sean inventados. Esto nos lleva también a considerar el tema de la felicidad, ya que libertad-felicidad-sufrimiento vienen cogidos de la mano. La felicidad es la satisfacción que proviene de haber sufrido en primera persona algún tipo de problema, y haberlo solucionado de una manera libre, sin coacciones...

Un saludo filósofo

Sigue dándole al coco

Anónimo dijo...

Los problemas ya los consideramos parte y fundamento de la vida...sin ellos no hay vida completa. Nos encanta hacernos las víctimas, dar "pena", querer ser consolados siempre, quejarse por lo más mínimo, y pensar nada más que en sufrimientos... nuestras vidas ya las hemos basado en nacer, crecer, reproducirnos, luchar contra problemas innecesarios, quejarnos de lo demasiado felices que somos como para llegar a reconocerlo, y morir quejándonos de todo lo que hemos sufrido viviendo...

Es una lástima llegar a estas alturas, y no vivir de tal manera que nuestra última palabra sea: no ha habido día que no haya estado tan orgulloso de mi vida :)

Sigue dejando parte de tu mente en este rinconcito...hay personas que les gusta más conocer el interior que la imagen