viernes, 9 de mayo de 2008

Crítica al lenguaje


http://www.sitiosespana.com/notas/2006/agosto/universo.jpg


"Nunca un raudal de palabras definirán una realidad" (Maganto)

Un papel en blanco precede la necesidad de emborronarlo con palabras que fluyan como el rio de Heráclito. Una marea de negro inutiliza la blancura del papel llenándolo de sentimientos, sentimientos de escapar, de huir de una cárcel en forma de materia gris. Reflexiones oídas en mi cabeza son traspasadas a un lienzo utilizando dibujos y figuras reglamentarias que cualquier humano curtido puede leer. Sin embargo el sentimiento no se escapa de sus límites craneales, si analizamos la idea lo único que hace es proyectar una sombra sobre la virginidad de un papiro.

Si reflexionamos sobre ello en sí, nos damos cuenta que al escribir lo que hacemos es crear un tatuaje atemporal que permanecerá en los anales de la historia. Lo bello de escribir está en la atemporalidad, el grafito baila en el pliego dejando una huella imperecedera que podrá ser recordada. Como decía Platón una forma de ser inmortal es crear arte. Más por mi parte no me den inmortalidad si no existen emociones, no me den inmortalidad en un recuerdo, denme muerte y sensación.

Sin embargo la escritura y la realidad siempre quedan distantes, la primera es una mera invención humana para dejar una leve constancia de la segunda. Renunciamos a la inmortalidad de los escritos en pro de “el devenir”, el cambio, el culmen de la acción.

La escritura es bella en tal que espejo que refleja una realidad, en cambio dense cuenta de que un espejo no deja de serlo aunque su reflejo sea la cosa más bella jamás contemplada. Entre el reflejo y la realidad hay grandes diferencias, entre la más importante la autenticidad. El espejo no sería sin realidad, la realidad si podría ser sin espejo.
Tomemos la escritura por tanto como un medio para conocer, tomemos el lenguaje como un medio para comunicar conocimientos, sin embargo no identifiquemos el lenguaje con el ser. Ni el más bello reflejo tiene nada que hacer con el menor atisbo de realidad.


Al fin y al cabo las letras solo son letras, y nunca expresarán sentimientos fielmente.

martes, 6 de mayo de 2008

Camino

Hablemos del camino. De la transición. Del devenir, el cambio.

Hablemos en general de todo lo que supone el llegar a ser; un día escuché que la vida es la sucesión de todos aquellos momentos que tenemos, y como una sucesión consiste en un recorrido. Un camino.

Creo que la vida realmente es todo aquello que ocurre entre planear, y llegar a ser.

Nos pasamos la vida buscando metas, desde pequeños en la escuela donde deseamos los juguetes que vemos hasta de mayores en el trabajo cuando ansiamos el puesto que no poseemos, el ser humano necesita ponerse metas que cumplir.

Sin embargo cuando llegamos a esa meta… se nos acaba el mundo. Hemos conseguido eso que tanto anhelábamos. ¿Y ahora qué? -dejamos de luchar por lo que queremos- atravesamos la cinta que revela el final, nos enorgullecemos de haberlo hecho pero sin embargo en esa superación sentimos que se queda algo de nosotros. Quiero decir que si lo pensáis en frio, os daréis cuenta de que el ser humano necesita ponerse metas para saber que está vivo. Para luchar por algo. Para autocerciorarse de que existe. Traspasamos el galón que indica el fin…

Hemos llegado al desenlace, pero:
-¿Realmente amamos la meta, o la carrera?

miércoles, 23 de abril de 2008

La busqueda de la felicidad como forma de vida

Últimamente, no sé si por estar viéndolo en la carrera, o por estar identificando la vida con ello, pienso que se me había escapado algo que hasta entonces no había entendido. Ello es la búsqueda de la felicidad.

Creo que todo este teatro es una simple coincidencia, quiero decir, no existe nada que nos haya ubicado aquí, (mientras no me demuestren lo contrario) no existe un ser antropomórfico que puede controlar los elementos y el cual, para uso y disfrute personal, tiene cerca de 6.662.621.000 de seres humanos a su disposición. La vida en sí, bajo mi humilde y posiblemente equivocado punto de vista, no tiene un sentido establecido.

Si la acabas sin “pecados” no te van a dar 10millones de gallifantes, no hay ningún premio gordo como estar sentado a la derecha del creador. Todo eso no deja de ser una estratagema más de mis grandes amigos para tener a la población dentro de unos límites.

Creo que hay un error de conceptos en poner esperanzas ultra terrenales. Señores, cuando mueran… habrán muerto. Y el sufrimiento que se lleven a la tumba no se le canjeara por vales de descuento en el Corte Inglés Celestial.
Así que simplemente vivan esta coincidencia de la mejor manera que puedan, de la manera que les haga más feliz.


P.D: no olviden que por suerte o desgracia deben compartir esta vida con bastantes coetáneos, por ello tampoco se trata de ir jodiendo la vida de los demás. Al fin y al cabo no tienes más derecho a la felicidad que el de tu izquierda.

martes, 1 de abril de 2008

La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículo, para no parecerlo


Hoy la entrada es una idea más bien social que filosófica. Quiero hablar de nuestra identidad física, de nuestro "cara al público", de lo que coloquialmente conocemos como "nuestras pintas"; y de como éstas condicionan nuestra vida, nuestro trabajo, nuestras relaciones y por tanto nuestro futuro. Todo esto es un intento de destruir prejuicios preconcebidos socialmente y que según mi manera de ver la vida están en un error.

Supongo que de forma evidente y poco detestivesca, sabréis que el escritor, osea "yo", no estoy muy de acuerdo en esto de identificarse con una moda en particular. Sin embargo lejos de parecer irreflexivo os diré porque.

Bajo mi punto de vista creo que el objeto de la moda es simplemente un estorbo, el ser humano utiliza la moda para identificarse y por tanto pertenecer a un grupo social.
No obstante he de decir, que al menos por mi parte, creo que las clasificaciones son un puro error. Partamos de la base de que no existen 2 personas iguales por lo que clasificarlas y meter en el mismo saco a 2 individuos diferentes solo crea errores y prejuicios. (Clasifiquemos de forma que sea una ayuda conforme al lenguaje, pero no nos creamos esa clasificación fielmente).

Las personas no deberían de tener que identificarse con una forma de vestir, de actuar, de hablar o incluso de andar.
- Hay gente que viste de determinada forma porque realmente le gusta.
- Sin embargo hay una gran mayoría no lo hace por ello. El ser humano es un ser social, repele la soledad y necesita del prójimo para su subsistencia. Por lo que busca la aceptación de su coetáneo para poder vivir tranquilo, y para ello crea una máscara con la cual vende sus pensamientos al público. El ser humano degrada su físico hasta el término de ser un objeto con el cual comerciar a cambio de cariño. El problema no es el vestir de una determinada forma o de otra, el problema está en intentar darse a conocer a través de unas vestimentas.

El ser humano la pifia cuando utiliza lo que termina siendo un código no lingüístico para dar a conocer una parte de sí mismo que ni siquiera le pertenece, en términos un poco exagerados podríamos decir que prostituye su físico a cambio de cariño.

El identificar una forma de vestir con una forma de ser es el gran problema de la sociedad actual.

Desde pequeños nos condicionan a darle importancia a las vestimentas, al peinado...
Un hombre con rastas es un guarro
un hombre rapado al 0 es un skin-head
un camarero tiene que llevar pajarita
un abogado tiene que llevar corbata
una azafata tiene que vestir minifalda
La sociedad está plagada de ideas preconcebidas que relacionan las "pintas" con la forma de ser,o de actuar.

Se juzga a la gente conforme observamos lo que nos muestran, casi siempre olvidamos conocerlos fuera de prejuicios, conforme a su personalidad.
La sociedad conspira contra la personalidad de cada uno, nos exige unos hábitos, un protocolo,nos exige vender algo que realmente no tenemos porqué ser.
Todo esto se traduce a ser rapero 6 meses, heavy 7 años y pasar por distintas etapas hasta terminar siendo un cuarentón de camisa de cuadros y pantalón de pinzas.

Con esta entrada no intento atacar a la vestimenta de cada cual, intento atacar a las ideas preconcebidas a las cuales nos lleva la moda, esa cantidad de prejuicios que nos nubla la vista y no nos permite ver la esencia de las personas.

Se trata de ver que son y no como son

viernes, 28 de marzo de 2008

Fluir, Volar, Soñar, imaginar...

¿Sentimientos o Razón?

Creo que es uno de mis principales dilemas desde pequeño. ¿A quién debo hacer caso?.
Posiciones racionalistas enfrentadas con amigos de los sentimientos y los sentidos desde el principio de los tiempos.
"la razón acabara por tener razón" Jean le Roud D´Alembert
Descartes también se posiciono por la razón "la razón o el juicio es la única cosa que nos diferencia a los hombres de los animales"
Por otra parte Eugení D´Ors dijo una vez "la razón es también una pasión"

Sin embargo ¿yo que hago?, creo a mi razón o me guio por mis sentimientos.

Partamos de la base de que lo que dice Descartes es verdadero, pero entonces ¿que sentido tiene todo esto si no podemos soñar? quiero enamorarme, quiero llorar de felicidad, reir de pena, gritar, cantar, volar, imaginar...

Algunos autores piensan que el placer intelectual es lo más divino que posee el ser humano, aún tirandome mucho esta opción, en defensa de mis sentimientos tengo que decir que prefiero el más apasionado de los besos que la mejor de las calificaciones.

Muchas veces me gusta pensar que ambas cosas son como un ser bicéfalo. Por lo general la razón y los sentimientos van acompañados, yo quiero estudiar filosofía y a parte racionalmente es bueno para mi.
Sin embargo, cuando ambos se pelean ¿a quién hacemos caso?.
Creo que esta discusión entre mis "yos" internos es el peor de mis dolores.

No podemos dejar que los sentimientos y los sentidos manejen nuestras vidas, a veces no nos conviene para nada; pero tampoco nos conviene vivir sin sensaciones, no podemos dejar que la razón vete a nuestras alegrias y tristezas. ¡Donde quedan los sueños!

Toda esta cuestión lejos de quedarse aquí me crea inquietudes metafísicas. ¡¿Que coño hacemos aquí?!.
Cual es el fin de todo esto. Si lo supiesemos todo sería más facil. Sin embargo a riesgo de parecer hedonista, ¿engendrar placeres es el fin de este teatro?; a riesgo de parecer racionalista, ¿vinimos aqui para pensar?.

¿Pienso o siento?

En mi caso suelo pensar mucho, sin embargo... ¿saben por qué lo hago?... porque me da placer. Por tanto ¿por qué pienso?... porque me gusta el placer o porque me gusta pensar.
Creo que es demasiado pretencioso intentar encontrar respuesta a mis dudas existenciales con tan solo 19 años. Así que si me esperan 19 años más a lo mejor tengo alguna respuesta que me convenza. Por ahora les doy un consejo para no variar:
"Racionalmente deberíamos hacer caso a nuestros sentimientos" MAGANTO

martes, 4 de marzo de 2008

El filósofo no se hace en una institución, nace así

Sobre la filosofía solo puedo decir, y muy a mi pesar, que nunca se encontrará en las aulas.

Rodeado de matrículas y suspensos solo puedo decir que incluso en la carrera de filosofía "institución del saber genuino", paupérrima imitación de la Academia, señoras y señores, no se enseña a filosofar. Este arte queda a un lado para mostrar una historia,la historia del pensamiento (preciosa) pero nada mas que una historia. ¿Donde dejan la capacidad de pensar?.
En medio año no he visto ni un intento de hacer pensar al alumno por sí solo.

Con ello no quiero decir que no podamos aprovechar la cantidad de información que allí poseen, sin embargo si quieren filosofar no es el sitio adecuado. La idea de un filósofo es mostrar su forma de ver la vida y reflexionar ante ella; no obstante en este lugar se centran en mostrar la forma de ver la vida que tienen algunos entre otros.

-Estudia esto plásmalo en un papel el dia X del mes Y y aprovarás. Da igual lo que pienses al respecto, eso no nos interesa. Queremos que seas licenciado en filosofía, si haces lo que te decimos lo serás, aunque eso no implica que seas filosofo.

Nuestro lema: "hay que pensar por sí solo" nuestra particular lucha contra los borregos, se va a la mierda cuando vomitamos información inculcada en nuestra cabeza con estratagemas que camuflan la realidad. Esto no es otra cosa que más de lo mismo.
¿Os habeis dado cuenta que aún siendo licenciados en filosofía no pensais?

Un filósofo no se hace en una institución un filósofo nace así.
Esa es la tesis principal a la que quiero llegar, conozco a cantidad de genios que no han visto un 10 en su vida, y a cantidad de palurdos superdotados que tatuan en sus inmensos cerebros ideas de otros:
"Yo no lo entiendo, simplemente lo memorizo"
Creo que la frase que más me deprimió en 2º de bachiller. Y por desgracia creo que esa idea está bastante extendida en esta sociedad "universitaria-culta".

Por tanto, me da igual que seais abogados, policias, carpinteros, simplemente os pido una cosa, intentar pensar por vosotros mismos. No quiero decir que no leais o no estudieis a los grandes, simplemente que pretendais ser un grande. Intentad que en un futuro se os estudie a vosotros.

Como dice un compañero mio la materia puede destruirse, los pensamiento no.

viernes, 22 de febrero de 2008

Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad.

“Vamos a ver cuán jóvenes podemos llegar a ser”

Una frase que parpadea en mi mente desde hace unos días. La causante de ello una eterna estudiante, como se autodenominó. Posiblemente no sepa que escribo unos humildes párrafos sobre su persona, posiblemente no sepa lo mucho que significo esa frase para mí, posiblemente sus años impidan acordarse de la situación vivida, posiblemente para ella caiga en el olvido. A pesar de ello ocupara un momento en mi recuerdo, y unas páginas en mi rincón.

Unas palabrillas serán el legado que puedo ofrecerle a cambio de una reflexión. Exactamente de ello es de lo que quiero escribir algo. Dar un rendido homenaje a todas aquellas personas que crean en mí un momento de reflexión, por pequeño que sea.

Soy de los que piensan que el saber, el pensar, el reflexionar no ocupa lugar. Creo que estamos en una época individualista, la gente no habla entre sí, no conocemos nada del que tenemos a nuestra izquierda. Por ello cada vez que alguien rompe las reglas establecidas y se salta todo aquellos tabúes sociales y te cuenta su vida, o te muestra un tema por libre altruismo, me parece obligado pensar en él por unos pequeños momentos.

Siempre he pensado que sería magnífico poder hablar con la gente por la calle, en el autobús o en la cola del pan. Cada vez que veo un abuelo sentado en la plaza de La fuente de las Batallas, no veo simplemente un abuelo, veo una historia por conocer, veo una vida llena de experiencias que contar, veo una conversación con la que enriquecerme. Se nos está olvidando que si dejamos a un lado el sentido del ridículo podríamos aprender un montón de vivencias que de otra manera no se nos presentarán a la mano.

Por desgracia esta conversación espontanea no está bien vista socialmente, no es la primera vez que alguien te mira con mala cara simplemente por pedir fuego, o por preguntarle la hora. Sencillamente por el hecho de acercarme a un viandante para pedir la hora o preguntar por el nombre de una calle he visto reacciones propias de un esquizofrénico. La sociedad inculca desde pequeño que el desconocido es una fuente inagotable de problemas, sin embargo no te hablan de que, por supuesto con cuidado, puede ser una fuente inagotable de vivencias. La gente anda por la calle con miedo a que se le acerquen, agarran sus bolsos y sus maletines con fuerza sobrehumana, andamos diariamente en soledad teniendo millones de personas a nuestro alrededor. No nos interesa la vida de los demás. Si vemos injusticias acachamos las orejas y seguimos nuestro rumbo como si nada pasara.

En este mundo de sociedades inmensas el individuo cada vez se siente más solo. Como última frase citaré a un abuelo que me cambio la vida en el autobús:

“Muchas gracias por el viaje mi niño. De vez en cuando es agradable poder hablar con alguien, en este mundo a los viejos no nos tienen en cuenta.”


Por ello solo os aconsejo algo, conversar con todo aquel que podáis por que posiblemente tenga una vivencia que contaros.