martes, 6 de mayo de 2008

Camino

Hablemos del camino. De la transición. Del devenir, el cambio.

Hablemos en general de todo lo que supone el llegar a ser; un día escuché que la vida es la sucesión de todos aquellos momentos que tenemos, y como una sucesión consiste en un recorrido. Un camino.

Creo que la vida realmente es todo aquello que ocurre entre planear, y llegar a ser.

Nos pasamos la vida buscando metas, desde pequeños en la escuela donde deseamos los juguetes que vemos hasta de mayores en el trabajo cuando ansiamos el puesto que no poseemos, el ser humano necesita ponerse metas que cumplir.

Sin embargo cuando llegamos a esa meta… se nos acaba el mundo. Hemos conseguido eso que tanto anhelábamos. ¿Y ahora qué? -dejamos de luchar por lo que queremos- atravesamos la cinta que revela el final, nos enorgullecemos de haberlo hecho pero sin embargo en esa superación sentimos que se queda algo de nosotros. Quiero decir que si lo pensáis en frio, os daréis cuenta de que el ser humano necesita ponerse metas para saber que está vivo. Para luchar por algo. Para autocerciorarse de que existe. Traspasamos el galón que indica el fin…

Hemos llegado al desenlace, pero:
-¿Realmente amamos la meta, o la carrera?

4 comentarios:

Uno más dijo...

Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Cada vez te vas haciendo más un tio grande. Podria decirte muchisimas cosas sobre este post, y sobre los anteriores, con los cuales, desde mi punto de vista, guardan una estrecha relación, pero prefiero discutir eso junto a un café, dos si me apuras, porque es un tema largo ...
Un abrazo filosófico

OceanoDifuso dijo...

Existen otras formas. Vivimos en un mundo donde predomina tanto un modelo vital en particular, que terminamos sintiendo que es el único.

Las pequeñas metas son "entretenimiento" que ayuda a la supervivencia. Necesitamos biológicamente de esos retos, porque estamos diseñados para afrontarlos. Si no aparecen solos, los inventamos.

La tendencia natural del individuo sería la interpolación de todos esos pequeños e incontables puntos "resueltos". Las personas coherentes consigo mismas, tienen una curva de interpolación fluida, como si todos esos puntos estuvieran en armonía, alineados.

Superar ese enfoque es centrarse en el descubrimiento y la exploración. Las cosas realmente trascendentes no se pueden construir. Son y siempre han sido.

A mi modo de ver,

P.D.- Felicidades por tu blog.

Uno más dijo...

Muy de acuerdo contigo oceanodifuso, sobre todo en lo referente a lo trascendente.

Saludos

Anónimo dijo...

Sí, yo creo que el ser humano vive de sus metas, vive para superar esas metas que se va poniendo a lo largo de su vida...
Y bueno,una vez que se han alcanzado dichas metas, es lo que dices, ya está, te sientes orgulloso pero dejas de darle importancia (al menos en la mayoría de las veces), es eso de que deseas una cosa hasta que la consigues...una vez en tus manos "la magia" le empieza a desaparecer y lo dejas aparcado en un rincón de tu estantería, hasta que con el tiempo acaba perdido entre algún cajón...
Lo que le da emoción al vivir día a día es a intentar llegar a esos propósitos, luchar por ellos para demostrarte que eres capaz de conseguirlas.
Yo creo que el ser humano no podría vivir parado, rascándose la barriga todos los días..sería demasiado aburrido...



Un besazo primor! ^^

Hacía mucho que no pasaba jeje